Si todos tomamos el mismo camino dándonos la mano, sin empujar, sin querer sacar ventaja, dejando de lado el egoísmo, el interés personal, la competencia, la envidia, la falta de confianza, el miedo, el color de piel, la elección sexual, el lugar de trabajo, la edad, la apariencia ... la realidad de cada uno por más pruebas que se presenten sería totalmente distinta .
Porque al apoyarnos, dándonos la mano para un beneficio en común la abundancia se hace equitativa, el dolor se supera de otra manera, la tristeza y la alegría se comparte y esto es .... lo mejor que nos puede pasar.
Realizarnos como seres humanos tiene que ver con el compromiso de ser parte de una revolución de amor, generada por el dar y el necesario recibir para lograr ese intercambio que nos nutre y del cual podemos seguir sumando experiencia de vida para ser mejores personas.
Todos estamos en el mismo camino, todos nos necesitamos, todos nacemos y nos vamos de la misma manera, siendo nuestra estadía en la tierra de suma importancia, como la fe puesta en Dios o en quien creas que es tu Guía, mostrándote siempre a través de las señales por donde caminar, nada se da por casualidad, interpreta correctamente esas señales, da siempre lo mejor y todo estará bien !